jueves, 3 de octubre de 2019

donde encuentro calma

me estruja la garganta;

es invisible al ojo
pero arde como fuego,
pleno cerrojo de miedos.

me ahoga los oídos,
los sollozos son pausados,
las lágrimas me arden
en la piel lastimada

no entiendo si es la depresión
o quizá el rejunte de los días
que vengo acumulando

no entiendo lo que digo;
a veces sólo necesito un abrazo
pero siempre me encuentro
sola entre mis paredes.

la monotonía me asusta
me delimita, no me gusta;
nunca me dieron miedo
los vientos fuertes
pero el árbol golpea mi ventana
y quiero cortar esas ramas.

nunca le tuve asco al frío
pero este año lo padecí
y ahora lloro ríos.

hoy me duele algo,
creo que es el sentir tanto,
quizá sea la desconfianza no hermana,
o tal vez reprobar un examen
se me hizo extremadamente pesado.

tengo en la heladera
frutillas con crema
me las mandó la abuela
y ni eso me quita la tristeza.

mi cuerpo pide sustancias
porque me resulta insoportable
compadecerme de lo inentendible.

quiero gritar;
este mundo está repleto
de personas de mierda
y me parece nefasta la idea
de que tengamos que sopesar
con sus banalidades expuestas

estoy cansada
estoy harta
estoy dispuesta
pero ¿dónde encuentro calma?



 

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