viernes, 27 de septiembre de 2019

Abuela, te rompí el termo…

Tengo miedo de decirte

Abuela, te rompí el termo
porque sé que te va a doler
porque sé cómo reaccionas
porque sé que no entendés
que es algo puramente material.

Hace un año, por ahí
te rompí un pisapapas…
bueno, perdón,
estaba enojada,
lo estampé con fuerza
contra la olla
y no tuvo arreglo,
lo tiré a la basura;
pero nunca te dije la verdad
me hice la boluda
y ahí quedó el tema.
Ojalá no te acuerdes más
de ese pisapapas
asi que te presto mi hacedor de puré
lo dejo en tu casa
para que evites pensar en él.

Pero con el termo no me puedo hacer la boluda.
Estás preguntando a cada rato
por qué entramos el mate
y el termo no aparece.
Abuela, te rompí el termo
tengo muchas ganas de decirte,
pero no puedo caer con las manos vacías.
Quedó en el auto,
después lo entramos
te gritamos bien bajo.

Cuando terminamos de comer
quedamos solitas en la mesa
y de pronto todo se da vuelta:
te rompés en mi presencia
largás eso que sentís que nadie entiende.
Te abrazo y te seco las lágrimas.
Me autoconvenzo de que todo va a estar bien
porque te merecés estar bien
porque sé que va a salir todo como el orto
pero es tiempo de romper esa pared.

Temblás, llorás,
no te gusta que te vean mal
porque siempre que lloraste
te reprocharon que era al pedo
demostrar o expresar
y así durante muchísimos años
te tragaste esto y tanto más.

Me autoconvenzo de que todo va a estar bien
porque este cargo de consciencia
a mí también me pesa
pero intentamos lo que pudimos
y no se puede ayudar
a quien no quiere ser ayudado.
Me encantaría salvar al mundo
pero es todo tanto
que no daríamos abasto.

Se me rompe un poco el alma
se nos quiebra la mirada
y mientras lloramos abrazadas
entiendo que sería imposible confesarte
que abuela, te rompí el termo,
así que opto por callar lo ciego
esperar hasta mañana lunes
para ir al chino de la ruta
y comprarte un termo lindo
uno rosa, el color que a vos te gusta,
y ponerlo sobre la mesa
para que lo veas cuando entres por la tarde
y ahí explicarte
que abuela, te rompí el termo
pero hay cosas lindas que pueden nacer
de algo roto
y ojalá no te enojes
porque deseo que vivas
el resto de tus días
con calma
con paz.

Abuela, te rompí el termo
y aunque decirlo me dé tremendo miedo
voy a seguir acá de pie
riéndome de tus pedos.


Lorem ipsum is simply dummy text of the printing and typesetting industry.