lunes, 19 de junio de 2017

Réquiem.

No se siente la tensión.
No confío en palabras,
mucho menos en miradas.

Me atraen las vibras retumbando entre los aires.
Y es ahí cuando confío en mi paladar saboreando la energía.

Se ve desde lejos la falta de confianza.
Sé reconocer las ganas.
Me impresiona la carencia de valor y cómo abunda la cobardía en el corazón.

No te quedes en mi norte, no pretendo encontrarte.
Podes estudiarme pero no esperes compasión en mi mirada.
No tengo intención de necesitar falsedad mas de la que ya obtuve en un pasado.
Elijo el sur, el este y el opuesto. 

Cuando sus dedos empiezan a retumbar con ritmo despacito, no comprendo por qué siempre que grito odiar la melodía, a los pocos minutos después, me encuentro escuchando el sonido escondido entre cuerdas que lo que realmente piden, alaban, y abuchean, son gritos de atención.
Necesidad de supuesta comprensión.
Sollozos de derrota y lágrimas de tregua.

Redimir o sopesar.

Mantener el orgullo o aprender a soltar.


Lorem ipsum is simply dummy text of the printing and typesetting industry.