viernes, 23 de junio de 2017

Desaparecé.

No me busques. No te quiero. Me haces mal.

¿No es suficiente mi falta de respuesta?
¿No es obvio que intento evitarte?

Tenemos mil cosas en común, pero no me basta. Tu presencia tiene algo que me sienta mal. Cada vez que reapareces, me traes recuerdos. Nada lindos debo admitir.

Quizá te asocio con un patrón que desencadenó en mi enfermedad, y por eso siempre vuelvo a sacarte de mi vida. Pero te las ingenias.

Te las arreglas para volver una y otra vez. No te da la cara.

¿Cómo haces para mentirle una y otra vez?
¿Cómo te salen tan fácil esos "te amo" mientras a escondidas me deseas?
No sólo a mí, eso es más que tal vez seguro.
¿Con qué propósito volvés siempre que lo haces?

Ese día que se entere, ese día le va a costar media vida perdonar. Pero no va a saberlo por mí. Ojalá sus ojos se abrieran por un desliz tuyo o una curiosidad que le nazca. Pero ojalá algún día pueda ver quién en realidad sos, y te duela como lo va a sentir ella.

Falsedad.
Mentiras.
Engaños.

Mi nombre no le va a importar. Ni hablar de tus manos sobre mi cintura, tu pecho contra el mío y tus labios rozando mi boca. Tan borracho estabas que no te importó nada.

No es el momento. No sé tampoco si va a volver a existir uno. Pero no te quiero y ojalá vuelvas a desaparecer. Pero la próxima vez, sin repetir la odisea.

Dejame ser libre de vos, y a cambio yo te dejo libre de tus propios engaños.
Dale amor. Pero por sobre todo, brindatelo también a vos.

 

Lorem ipsum is simply dummy text of the printing and typesetting industry.