viernes, 10 de febrero de 2017

Es él.

La tengo a mi lado.
Me roza su piel.

Tan intacta por mí en un pasado.
Tan recurrida por él en el presente.

Desaproveché la oportunidad que se me presentó cuando pude haberla tomado con mis propias manos.

Tanto tiempo tuve y lo desperdicié.
Tantas veces se paró frente a mí y la ignoré.
Tanta charla intentó darme y las palabras le frené.

No me queda otra opción que fingir desinterés.
Lastimarla más de lo que está no puedo ni mucho menos quiero.

Verla feliz a través de sonrisas a causa de mis bromas me calma.
Si supiera la tranquilidad que me da secarle las lágrimas con palabras.
Si me leyera los pensamientos sabría la cantidad de veces que influye en mis días.
La veo en la lejanía y sólo espero felicidad para sus noches.
La veo de cerca y sólo quisiera abrazarla sin soltarla.

Pero la dejé ir.

La dejé volar y ser libre en brazos de otro que ahora ni siquiera sabe valorarla por quien ella es.

Alguien que la usa a su antojo y la deshecha como papel descartable en resfrío de invierno.
Alguien por quien ella se desvive y sueña despierta.
Alguien que ocupa sus pensamientos diarios.
Alguien que ya no soy yo.

Es él.

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