Pensaba en vos…
Sí, yo todos los días pienso en vos.
No es que pretenda agobiarte
porque de no tenerte
no sabría a(r)marme.
Pero por fin tuve agua en casa
porque acá tengo el Nordelta
del otro lado de la 27
y los ricos tienen derecho a bañarse
mientras que nosotros muleamos por dos mangos.
Mientras el agua caliente limpiaba mis asperezas
y alejaba, al menos por unos minutos,
esta rabia que me penetra,
pensaba en cómo te pienso;
tan caóticamente hermosa.
Tus formas me vuelven loca,
más que la antorcha que armé
con media piedra
y me duró tres días
y eso que le
daba.
Tus maneras me encienden
más que el fuego que conseguía
mezclando esas dos chispas
para que nadie me choreara mi encendedor
que bronca me da
la gente que te caga el encendedor.
Tu persistencia me atrapó
y yo no quise salir
del caos que te encontré
porque lograste ponerle color
en medio de cualquier situación.
Todos los días pienso en vos.
Todos los días te armo dentro de mis pensamientos.
Todos los días juego con vos.
Todos los días te encuentro fuera de mis sueños.
Todos los días somos una, juntas, las dos.
Valen Romero