Estamos en su departamento. Pasó algo pero no logro saber qué fue. Pasó algo que a él lo molestó e hizo que abra la puerta sin siquiera dirigirme la palabra.
No sé realmente cuánto tiempo "esperé" pero cuando me di cuenta que fue suficiente, me animo a mirar hacia el pasillo con la puerta abierta y lo veo a él, medio tirado, encima de un sofá que en realidad no existe.
Cuando me ve, intenta ponerse derecho. Me mira con cara de tristeza y me dice lo que yo ya sabía y tanto quise negarme a mí misma.
Las palabras me penetran y me irritan el pecho al mismo tiempo que me sana la verdad para no esperar nada del otro lado del muro.
Está enamorado de otra persona.