Me acuerdo de cuánta razón la chica de los videos tiene en cuanto a tanto.
Me doy cuenta de las veces que usé sustancias para olvidarme de la realidad, del dolor, de la angustia.
Pienso cómo me sana la taquicardia y el llanto y los temblores.
Recuerdo cómo sentí necesitarla para transportarme a una sanidad inexistente.
Encuentro otras maneras de manejar las tristezas.
Me felicito por transmitir alegrías.
Me refugio entre palabras y artesanías.
Calmo con real naturalidad.
Eso no quita las ganas del hábito.
No podría ignorarlo.
No es que tampoco quisiera.
lunes, 8 de enero de 2018
Hábitat.
Valentina Romero
Lorem ipsum is simply dummy text of the printing and typesetting industry.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)